LECTURA 1
Los novios encenderán juntos la vela grande (de la unidad) con el fuego proveniente de las velas pequeñas (que los simbolizan). A medida que la vayan encendiendo el oficiante explicará el simbolismo de dicha ceremonia.
OFICIANTE: -nombre de los novios- cada uno tomen su respectiva vela y juntos enciendan la vela central, simbolizando con ella la unidad y el compromiso del uno con el otro. La luz de la vela representa la unión de la pareja, el inicio de un nuevo hogar. Dos individuos que se convierten en uno a través del matrimonio.
Una vez encendida la vela de la unidad, los novios se pronunciarán uno al otro…
NOVIA: -nombre de tu novio- esta llama simboliza mi amor por ti. Con mi corazón unido al tuyo formaremos un nuevo hogar. Mis pasos se unen a los tuyos para abrir nuevas sendas, para salvar obstáculos, para evadir abismos. Seré tu hombro cuando flaquees; seré tu oasis cuando el mundo te agobie; seré silencio cuando el ruido ensordezca; seré tu grito cuando el silencio te oprima; seré riachuelo cuando el mar sea bravío. Seré todo aquello que el Señor me permita que yo sea, para hacerte inmensamente feliz.
NOVIO: -nombre de la novia- mi amor esta simbolizado en esta llama. Te deposito mi corazón junto al tuyo, para hacer que el nuestro sea uno más ancho y seguro. Hago compromiso ante ti por tu bienestar. Seré tu apoyo cuando te sientas débil; seré tu fuente cuando la sed te agobie; seré tu abrigo cuando el frío amenace; seré tu sombra cuando el calor sofoque; seré sonrisa cuando el dolor te haga sufrir; seré todo aquello que también el Señor me permita para hacerte inmensamente feliz.
Los novios encenderán juntos la vela grande (de la unidad) con el fuego proveniente de las velas pequeñas (que los simbolizan). A medida que la vayan encendiendo el oficiante explicará el simbolismo de dicha ceremonia.
OFICIANTE: -nombre de los novios- cada uno tomen su respectiva vela y juntos enciendan la vela central, simbolizando con ella la unidad y el compromiso del uno con el otro. La luz de la vela representa la unión de la pareja, el inicio de un nuevo hogar. Dos individuos que se convierten en uno a través del matrimonio.
Una vez encendida la vela de la unidad, los novios se pronunciarán uno al otro…
NOVIA: -nombre de tu novio- esta llama simboliza mi amor por ti. Con mi corazón unido al tuyo formaremos un nuevo hogar. Mis pasos se unen a los tuyos para abrir nuevas sendas, para salvar obstáculos, para evadir abismos. Seré tu hombro cuando flaquees; seré tu oasis cuando el mundo te agobie; seré silencio cuando el ruido ensordezca; seré tu grito cuando el silencio te oprima; seré riachuelo cuando el mar sea bravío. Seré todo aquello que el Señor me permita que yo sea, para hacerte inmensamente feliz.
NOVIO: -nombre de la novia- mi amor esta simbolizado en esta llama. Te deposito mi corazón junto al tuyo, para hacer que el nuestro sea uno más ancho y seguro. Hago compromiso ante ti por tu bienestar. Seré tu apoyo cuando te sientas débil; seré tu fuente cuando la sed te agobie; seré tu abrigo cuando el frío amenace; seré tu sombra cuando el calor sofoque; seré sonrisa cuando el dolor te haga sufrir; seré todo aquello que también el Señor me permita para hacerte inmensamente feliz.
LECTURA 2:
HABLA LA VELA DE VUESTRA BODA
Esta lectura puede ser leída o bien por el oficiante de vuestra boda o por algún amigo o familiar. A la par que esta lectura es pronunciada los novios encenderán, con las velas individuales, la vela central de la unidad.
“Dejen que arda una vela el día de su boda, es un símbolo que alumbra y acompaña. Después de pasados algunos años debe recordarles lo que hoy se han prometido. La vela del día de su boda les susurra al oído:
Lo he visto. Mi llama estaba presente cuando se tomaron de las manos y ofrecieron su corazón. Soy algo más que una simple vela. Soy un testigo mudo en la casa de vuestro amor y continuaré viviendo en vuestro hogar. En los días en que brille el sol, cuando sientan una gran alegría, cuando una bella estrella brille en el horizonte de vuestras vidas no necesitarán encenderme.
Enciéndanme cuando anochezca, cuando irrumpa en ustedes una tormenta. Enciéndanme cuando haya que dar el primer paso y no sepan cómo; cuando sea necesaria una explicación y no encuentren las palabras; cuando queieran abrazarse y los brazos estén paralizados, enciéndanme. Mi luz será para vosotros un signo claro. Habla su propio idioma, el idioma que todos entendemos. Soy la vela del día de vuestra boda. Dejenme arder mientras sea necesario, hasta que los dos unidos mejilla con mejilla, pouedan apagarme. Entonces les diré agradecida: Hasta la próxima vez”.
Esta lectura puede ser leída o bien por el oficiante de vuestra boda o por algún amigo o familiar. A la par que esta lectura es pronunciada los novios encenderán, con las velas individuales, la vela central de la unidad.
“Dejen que arda una vela el día de su boda, es un símbolo que alumbra y acompaña. Después de pasados algunos años debe recordarles lo que hoy se han prometido. La vela del día de su boda les susurra al oído:
Lo he visto. Mi llama estaba presente cuando se tomaron de las manos y ofrecieron su corazón. Soy algo más que una simple vela. Soy un testigo mudo en la casa de vuestro amor y continuaré viviendo en vuestro hogar. En los días en que brille el sol, cuando sientan una gran alegría, cuando una bella estrella brille en el horizonte de vuestras vidas no necesitarán encenderme.
Enciéndanme cuando anochezca, cuando irrumpa en ustedes una tormenta. Enciéndanme cuando haya que dar el primer paso y no sepan cómo; cuando sea necesaria una explicación y no encuentren las palabras; cuando queieran abrazarse y los brazos estén paralizados, enciéndanme. Mi luz será para vosotros un signo claro. Habla su propio idioma, el idioma que todos entendemos. Soy la vela del día de vuestra boda. Dejenme arder mientras sea necesario, hasta que los dos unidos mejilla con mejilla, pouedan apagarme. Entonces les diré agradecida: Hasta la próxima vez”.
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